Siempre tiene que haber un mensaje, una experiencia y una enseñanza en las cosas que realizamos, algo que surta de sentido a las cosas que hacemos, a los retos que llevamos a cabo.
Sería absurdo montarse en una cinta y correr 10 horas por correr sin tener nada que decir, cuando estamos ante un mundo que necesita voz, que necesita que se le escuche, y con que uno sólo capte el mensaje, todo el esfuerzo está más que recompensado.
El viernes, minutos después de las once de la mañana, me montaba en esa cinta con mis Vibram Five Fingers Spyridon, hacía calor, había mucha humedad, muy poca gente y un objetivo, que se hable una vez más de Meniños, no sentía nervios, no me sentía cansado, pero sabía que a lo largo de las 10 horas esa calor que me tenía empapado en sudor tan solo a la media hora de empezar no iba a ser muy buen amigo.
Me evado, corro, pienso, el ritmo es muy bueno, y llega la recompensa a primera hora de la mañana, un grupo de niños de unos 7 años comienza a preguntarme ¿Por qué vas estar ahí corriendo durante 10 horas? ¡Para ayudar a los niños, pequeños como vosotros que no tienen dinero, que no tienen papis, etc!- respondo-.
A lo que me afirman: ¡nosotros si que tenemos papis!, ¡lo sé! Les digo, pero vosotros sois pequeños con suerte, crecéis sanos, educados por vuestros papis y contáis con su amor y cariño, hay niños que no tienen todo eso, así que entre todos tenemos que conseguir que lo tengan ¿no? A lo que todos afirmaron ¡si!.
Esa ha sido la lección, sólo por eso todo el posterior esfuerzo estaba más que justificado, pasan los kilómetros, pasan las horas, muy poca gente en este I Festival de deporte y salud, pero las grandes apuestas comienzan así, creciendo poco a poco, y nosotros estábamos allí para formar parte de un proyecto tan bonito.
Comienza a llegar alguna gente, que con curiosidad hace alguna pregunta, el ritmo sigue siendo elevado, la media es de 4:39 min/km, paso la maratón en 3 horas 24 minutos, en ningún momento he pensado lo monótono que es no moverse del sitio, distraigo mi mente viendo pasar a gente, a otros deportistas, me siento cómodo con las Vibram Five Fingers Spyridon, analizo la técnica, la pisada, disfruto.
El calor sigue siendo determinante, en lo que va de reto me he mudado ya un par de veces, no he comido nada y llevo bebidos 2 litros de agua y 1 de Resistenzia de Keepgoing.
Me planto en el kilómetro 50 poco después de la 4 horas, no doy comido nada excepto un bollycao, estoy deshidratado lo sé, y comienza un periplo de carreras al baño cada media hora, pierdo mucho tiempo, en cuanto se me enfría un poco el estomago por el sudor y por todas las sales que estoy perdiendo me dan unos retortijones muy grandes, que me hacen perder mucho tiempo.
No me planteo parar, por eso hablo con Angel Bolaño, un sabio del cuerpo humano y del ejercicio, el cual me da un remedio natural para cortar eso e hidratarme.
Parece que va funcionando, y en los momentos que corro lo sigo haciendo a buen ritmo.
Durante al menos hora y media sigo corriendo bien, se sigue acercando algo de gente y sigo disfrutando, muchos no dan crédito al verme aun allí después de tantas horas, me mudo una vez más de ropa y otra vez a vueltas con el estómago.
Llega la recta final, me vuelvo a reponer, cojo de nuevo ritmo, estamos en la última hora, pero ya están esperando por que hay que recoger todo el equipo, así que media hora antes de lo previsto damos por completado el reto.
Creo que lo hemos conseguido, y aunque hayamos hablado poco de Meniños, hemos transmitido su mensaje.
El reto deportivo se cierra con 90 km en 9 horas 33 minutos, más de 10000 calorias consumidas, 6 cambios de ropa, dos horas perdidas por culpa del estomago, muy feliz, con ganas de más, sorprendido con las Five Fingers Spirydon, orgulloso del equipo Vibram 5 dedos, eternamente agradecido con Ranning por su apoyo y a keepgoing por sus mimos, y al Regimiento Principe, por estar todo el rato pendiente de mi.
Psicologicamente no me ha supuesto un esfuerzo especial, y físicamente ya estamos recuperados para las 24 horas de La Fresneda que se celebra este fin de semana, donde espero ver a mi compañera Anita Fuster.