GR 10-Xtrem: 97km de montaña a lomos de las VFF Spyridon
30 enero, 2013 | por Miquel Ivars en Carreras y Atletas, Equipo 5dedos, Material |
Obviedad: En un ultra lo mejor es terminar cuanto antes. En primer lugar porque llegas mejor clasificado, en segundo lugar porque tu esfuerzo se prolonga durante menos tiempo y en tercer lugar por la razón, para mí más importante, estás menos tiempo “colgado” en tus razonamientos.
Normalmente, en entrenamientos largos y en la mayor parte de las carreras de larga distancia, me gusta mucho sumergirme en mi pequeño universo en el cual fantaseo, planifico, medito, me abandono a la música que suena en ese instante o bien directamente intento abandonarme a la nada. Todo esto suena muy bien, ¿verdad? ¿Dónde está la parte mala? Yo personalmente sufro bastantes altibajos tanto físicos como de carácter psicológico y la fatiga te lleva a explorar aspectos de ti mismo que nunca aflorarían en condiciones normales.
Si a todo esto le añadimos el ingrediente de un calzado de tipo minimalista podemos observar algunos cambios sustanciales:
- Momentos de comunión total con el entorno
- Instantes de dolor completamente innecesario
- Instantes de felicidad completa
- Situaciones desesperantes
- Estrés psicológico por estar pendiente del 100% de los apoyos y tener que seleccionar entre la opción menos mala…
Si de normal en una carrera de larga distancia, aparece con demasiada frecuencia la pregunta:
¿Quien me ha mandado meterme en este lío?
En la pasada edición del GR10-Xtrem hubo instantes que esta pregunta se convirtió en un mantra empeñado en hacerme fracasar. Allá por el km 45 a punto de llegar a Gatova ya quedaban muy lejos las buenas sensaciones de los primeros kilómetros, la trepada de acceso al Garbí, las charlas animadas con unos y otros, comentando las propiedades de las VFF Spyridon y otros haciendo exclamaciones (que no transcribo ni comparto) dándole todo el mérito a temas de gónadas y genitales.
Me sorprendieron especialmente las conversaciones con compañeros que, bien conocedores del minimalismo, se interesaban en el dolor pues bien a partir del km 47, coincidiendo con la llegada al gran avituallamiento que nos sirve de referencia como mitad del recorrido (aunque aún faltan 2 km más para cubrir la distancia, en este punto ya se han cubierto más del 70% del desnivel total), aquí aparecieron dolores en la planta de los pies. La sensación era que los pies se habían entumecido y vuelto hiper-sensibles. Cualquier irregularidad del terreno era una tortura.
Así transcurrieron las horas por zonas de pista forestal donde todo el mundo corría y yo me torturaba con mi mantra negativista. Así pase de la zona media-delantera de la clasificación general que llevaba en el Ecuador de la carrera gracias a las 7h15m que había empleado hasta caer hasta los últimos lugares. Tres horas de sufrimiento andando por zonas donde hay que correr.
Al atardecer todo cambió. Las sensaciones del inicio volvieron, el estrés de verme fuera por las barreras horarias me hizo reaccionar, la meteorología también se volvió a favor (a mi modo de ver) ya que empezó a llover de manera moderada con lo cual todo se embarró y los apoyos eran resbaladizos y blandos. Mis pies y mis piernas solo querían llevarme a la meta.
A falta de 17km las sensaciones eras buenísimas y me encontré con dos chicas que competían por la primera plaza de la clasificación de parejas (la tenían ganada desde el inicio ya que eran las únicas en esa categoría) y me llevaron a un ritmo fantástico hasta la meta.
De esta carrera me llevo una gran experiencia y un reto conseguido gracias a la ayuda de muchas personas: en la meta me estaba esperando cerca de las 23:30 mi compañero de club, de carreras y experiencias Pepe Signes el cual me estuvo animando y mimando en cada avituallamiento, mi amigo Marco Lee que hizo un carrerón siempre entre los mejores, a José Mestre excelente atleta en proceso de recuperación de una dura lesión que tomó estas fantásticas fotos y a todos y cada uno de los corredores amigos, conocidos y desconocidos con los que como dijo alguno de ellos:
En el camino nos hermanamos
Después de la meta tocaba disfrutar de los mimos de la cuidada organización de la prueba, la charla con los amigos, intercambio de sonrisas cómplices con todos y cada uno de los compañeros de camino pero lo mejor fue cuando me quite mis Spyridon, no por descansar, sino por confirmar que no tenía ni una sola ampolla, ni una sola rozadura, los pies sanos y sucios tan sucios como deben quedar después de 17h 28′ 03″ de barro y sensaciones.
Salut i barefoot!

Dura prueba por lo que os he leido a mas de uno pero se ve que engancha porque tu has vuelto jeje. Un saludico y nos vemos en Montilla.
Hola Francisco, si que se hace durilla, pero también es precioso el recorrido, muy recomendable!
Un abrazo y nos vemos en nada por Montilla!
Enhorabuena Miquel!!!
Me he visto bastante reflejado en tus pensamientos. Yo sólo he corrido la MIM una vez, fue mi primer ultra en montaña y como sabes mi primera vez también con calzado minimalista. Los primeros km fueron geniales, pero llegó un punto en el que cualquier irregularidad del terreno me hacía jurar en hebreo por llevar ese calzado. Pero estas sensaciones pasaron y terminé la carrera con la sensación de poder seguir mucho más tiempo y sin dolor. También tuve momentos de absoluta comunión con el entorno.
Un abrazo, un gustazo leerte y nos vemos en Montilla.
Muchísimas gracias Santi!
Viniendo de ti, estas palabras toman una dimensión especial.
Parece que nos reconforta saber que esas sensaciones entran dentro de la “normalidad”, no?
La verdad es que estoy muy ilusionado con el encuentro y todo lo que vamos a poder compartir y vivir en primera persona.
Un abrazo, nos vemos en Montilla:
Enhorabuena miquel! de cara a plantearse objetivos barefoot da gusto leer una crónica que presta tanta atención a las sensaciones realistas y duras con las más satisfactorias… dan ganas de ponerse las zapatillas y salir a correr… o de salir sin ellas…
suerte!
Llorenç, muchas gracias por tus palabras, me alegra mucho que el contar mi experiencia te pueda resultar motivador, muchísima suerte en tus proyectos.
Salut i Barefoot!
A pesar de que hace un año de la carrera, yo también participé y te felicito por superar el inmenso reto que supone ya de por si, acabar la GR10Xtrem.
Hace un año yo ya corría minimalista, pero para esta carrera opté por unas amortiguadas. Este año, correré con otras sin amortiguación, pero con 6mm de drop. El motivo es básicamente evitar esas sensaciones de dolor… Las he sufrido en otras carreras largas, con huaraches, y son muy desagradables. A mí no me compensa porque corro por y para disfrutar de cada metro, para aplicarme tanto dolor como YO quiera aplicarme.
Mi reto 2014 es correr con huaraches TODO (excepto ésta edición del GR10X) y si no me veo capaz, no inscribirme.
ADMIRO TU HAZAÑA y espero verte para felicitarte en persona.
Un saludo,
Jordi
Muchas Gracias, como tu dices solo el hecho de terminar estas carreras, sea como sea, de entrada ya es digno de felicitar, así que ahí va de vuelta mi admiración y felicitaciones por tu GR10 también.
Me parece muy interesante tu reflexión respecto al dolor y por supuesto que no tenemos que demostrar nada a nadie y que si corremos así, es por decisión propia. Por tanto, también decidimos hasta donde estamos dispuestos a llegar, i sobretodo al menos en mi caso, si nos compensa.
Para vernos, igual al ser muchos será complicado, aunque yo seguro iré el día de la carrera con mis mallas OS2O i equipación de mi club: LA FAIXA y en la recogida de dorsales seguro que por nuestro calzado nos reconoceremos, suelo ir siempre con uaraches y mi chaqueta Jermy 😉
espero que nos veamos y poder compartir algún km.
Un abrazo
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