Maratón de Valencia con las VFF Seeya: 128gr de sensaciones
28 noviembre, 2012 | por Miquel Ivars en Barefoot Tribe, Carreras y Atletas, Equipo 5dedos |
El pasado domingo participé en la 32ª edicion de la Maratón de Valencia representando a mi Club d’Atletisme La Faixa y con la camiseta del reto Avapace. En un principio, mi intención era participar descalzo pero mi intacto (por poco uso) sentido común se impuso y vi que, después de toda la noche lloviendo y siendo consecuente con mi bagaje de entrenamientos descalzo (máximo 15km), en realidad aún estaba muy “verde” para recorrer esa distancia sin una mínima protección. Así qué decidí participar con las (a mi juicio) zapatillas más parecidas a ir descalzo: las Vibram Five Fingers Seeya. Y creo, fue un gran acierto.
Ya desde que las compré, solo teniéndolas en mis manos unos instantes en la tienda, vi a simple vista y al tacto que las VFF Seeya eran las zapatillas minimalistas que más me iban a aproximar a las sensaciones de correr descalzo. Durante las dos últimas semanas las utilicé en los entrenamientos y daba igual si iba rápido haciendo series, como si iba a ritmos lentos de recuperación: te transmiten toda tu energía al punto de apoyo que tu técnica haya desarrollado.
En mi caso, ese feedback en los entrenamientos es de gran importancia pero esa misma transferencia de sensaciones durante la maratón fue la que me hizo más entretenida la última parte: el temido “muro del km 30″. Mientras iba viendo atletas, unos andando con problemas y otros parados acalambrados haciendo estiramientos en los laterales de las avenidas, yo me centraba en escuchar mi cuerpo y corregir errores:
- Uummm… mi fase de vuelo es demasiado larga
- Uummm… mi centro de gravedad va dando demasiados saltos
- Uummm… voy a tirar de tronco y estabilizar la cadencia
Todo ello para acabar “pillándome” a mí mismo en cuestión de instantes y de manera inconsciente, corriendo de nuevo “a saltitos” tal vez por la memoria muscular de tantos años corriendo amortiguado o por simpatía con los corredores de alrededor.
Así caían los kilómetros, entre la búsqueda de la zancada más eficaz y revisando posturas que permitiesen optimizar al máximo el esfuerzo y así evitar apoyos dolorosos. Cuando me quise dar cuenta me encontraba acercándome al punto final de la carrera. De manera instintiva en el momento de la entrada en meta, lo primero que se me vino a la cabeza fue quitarme una zapatilla y colocarla en mi oreja en plan escucho mi cuerpo aunque, bien visto, más bien parece que este respondiendo al teléfono…
Acabando los 42.195m con un parcial en la segunda 1/2 maratón superior a la 1h 50′, y 7′ más lenta que la primera mitad que había pasado en 1h 42′, registros que años atrás ya hubiese firmado cuando corría por asfalto con mis zapatillas convencionales. Durante toda la carrera disfruté como nunca lo había hecho anteriormente en una maratón de asfalto ya que últimamente solo suelo participar en carreras de montaña. Pero como sabréis la maratón no acaba en cruzar la línea de meta… Ahí empieza la recuperación, tan importante o más que la propia competición…
En cuanto recogí los líquidos de avituallamiento ya me noté unos temblores muy acusados en los gemelos y sóleos que acabaron en dos terribles rampas que llegaron en el mismo instante en que bajé la guardia. Una vez cambiado de ropa, me senté a disfrutar del tímido sol y a observar la alegría de los recién llegados a meta: en unos casos desproporcionada, en otros variada amalgama de sensaciones y otros más discretos a los que que apenas se le podía intuir la satisfacción en la mirada.
De vuelta a casa de los amigos que me daban cama y plato noté que iba muy despacio. Por curiosidad conecte el GPS para descubrir un ritmo de 14’/km, dato irrelevante desde el momento en que soy adelantado por un par de ancianos con sus respectivos bastones. Aprovecho los 45′ de “paseo” para saludar a las personas que pasean por el viejo cauce del Turia (icono de bochornosa opulencia y modernidad pero a la vez reducto de “paz” y lugar concurrido donde pasear), una pareja hacen broma de mis andares y se interesan por la distancia.
Tal y como me fui alejando del epicentro de la actividad, se fueron dispersando los corredores que, solos como yo o acompañados, iban quedando en hoteles o tomando otras direcciones. De pronto me encontré miradas extrañas y me sentí como un pulpo en un garaje: equipado con mis huaraches, con calcetines de dedos a rayas, mis tubos compresivos y andares de una ridícula mezcla entre Frankenstein y Chiquito de la calzada… Vaya… Como un freak cualquiera…
En ese instante me sentí muy solo. Agaché la cabeza y me asaltaron varias imágenes: el paseo de hacía unas horas esquivando charcos para llegar a la línea de salida, las notas musicales de Snatam Kaur previas a la salida, el desayuno con mi gran amigo Mariano (al cual le confieso mis miedos), los primeros 22km con mi amigo Sergio (gran triatleta, corredor de montaña, ultra distancia y pero mejor persona), mis pensamientos hacia los que quiero y que sé que me han estado mandando toda su energía, los puntuales gritos de “ánimo minimalista”, los dos corredores de delante de mí en la salida que al ver mis FF en los pies y mis auriculares colocados que me dedican un gesto con el pulgar arriba acompañado de una mueca entre la admiración y aprobación en su rostro…
En definitiva y como diría mi admirado Iñaki Ochoa: ¡Pura vida!
Y todo gracias a sólo 128g de sensaciones puras y una máquina perfecta repleta de imperfecciones.

Experimentado corredor de trail y pionero de las carreras de montaña, entre sus participaciones en maratones cabe destacar maratones del circuito de la copa del mundo como la Zegama-Aizkorri, Alpino Madrileño, X-trem Mulleres, Galarleiz, Marató de la Marina, Ultra Trail del Mont Blanc, Courmayeur-Champex-Chamonix y la MIM en 5 ocasiones entre muchas otras.
Hola, David. Vivo en el norte, en Bilbao y estoy empezando en serio con el barefoot. Además, leyendo artículos como el tuyo me he animo todavía más. Llevo unos 6 meses con unas newton distance y últimamente lo que más hago son carreras por el monte entre 2 y 2 horas y media. Que me recomiendas?quiero algo que me haga sentir bastante más el suelo porque ya se me quedan “gordas” las newton y he leído que tú también andabas por el campo bastante.He estado mirando las Merrel Trail Glove pero me han comentado que resbalan mucho en mojado.
Muchas gracias por la atención, saludos
Jorge
Hola Jorge soy Miquel y soy el autor del artículo que ha colgado David.
Si llevas 6 meses ya tendrás bastante criterio y por tu comentario se intuye.
Hay varios blogs y webs que tienen elaborados rankings, por mi parte, yo solo te puedo hablar de las que yo uso y me van muy bien:
La inov-8 baregrip 200 son unas zapatillas muy ligeras, flexibles i con tacos un tanto sobredimensionados pero de gran eficacia y que para el terreno por donde tu te vas a mover se adaptarán a la perfección. En zonas embarradas y superficies mojadas, su agarre es excepcional, tal y como pude comprobar en los primeros 50km de la G2Haundiak y los últimos km de la mim pelegrins.
Respecto al mayor tacto y percepción del suelo, las que te ofrecerán mayores sensaciones son las que en la actualidad estoy utilizando más; las FiveFingers spyridon, esta minimalista es lo suficientemente fina para adaptar tu pie al terreno y percibir el suelo a la perfección en cada apoyo a la vez que lleva la suficiente protección para no “sufrir” mucho en terrenos complicados. Vaya,… un equilibrio casi perfecto.
Y de los dos modelos como característica común resaltaría la durabilidad y acabado, a mi parecer son dos zapatillas excelentes, aunque me consta que otros compañeros están muy contentos con otros modelos.
Un abrazo!
Salud y Barefoot
una pregunta…,¿cuanto pesas?
porque para de minimalista por asfalto se necesita poco peso,no?
Hola Ernesto, para correr Barefoot o minimalista no hay ningún perfil de corredor ideal. Una vez te pones a trabajar, experimentarás que puedes ir mejorando y una de las variables, efectivamente es tu peso.
El Barefoot te hace correr más consciente y en esa búsqueda incipiente de tu eficacia, abordarás el tema del peso adecuado que te permita ir ligero pero con garantías energéticas y mecánicas.
Por cierto, la semana de la maratón pesaba 68kg (1,71m) pero este peso fluctúa según momento de la temporada.
un saludo
Salud y Barefoot