Zapatillas minimalistas: hacia dónde vamos
30 julio, 2012 | por David Lampon en Básicos de Barefoot y Minimalismo |
Desde la publicación del libro Nacidos para correr de Christopher McDougall se ha gestado una nueva percepción de la importancia de correr y, sobre todo, se ha presentado una nueva perspectiva sobre cómo hacerlo. Es injusto otorgar todo el mérito a McDougall porque hay mucha gente detrás de este fenómeno incluso mucho antes de la aparición de este libro pero sin duda, la favorable tendencia en el aumento de corredores populares junto con la plaga de lesiones que nos azotan, han provocado que este libro, como decálogo del corredor principiante, tengan la repercusión que se merece.
Para aquellos que no hayan encontrado aun el momento para leerlo, el libro presenta las costumbres de la tribu mejicana Tarahumara que voluntariamente no ha tenido contacto con la civilización moderna desde hace aproximadamente 500 años. Sobreviven escondidos en las montañas de Sierra Madre y sus visitas a pueblos y ciudades son escasas y siempre por pura necesidad. Chris McDougall relata su participación en una carrera de resistencia tradicional de la cultura Tarahumara junto con los mejores atletas de la tribu.
En esta época de crisis en la que nos encontramos inmersos, todo es susceptible de ser repensado y replanteado. Es un momento de dar un paso atrás y ver si todo está funcionando como debería y si puede hacerse algo por ahorrar y optimizar. Que socialmente nos estemos dando cuenta de que la actividad física debe ser una parte fundamental de nuestro día a día es un gran paso adelante. Que sintamos que correr es simplemente poner un pie delante de otro es un grave error que está provocando que la buena intención y voluntad de las personas se vea frustrada prácticamente desde el primer momento.
El problema radica en el enfoque: tenemos muy interiorizado un factor competitivo que, poco a poco, debemos ir dejando de lado. Correr, así como cualquier otra actividad física, debe ser autosatisfactoria en la práctica, no en el resultado. Debemos competir únicamente contra nosotros mismos si es eso lo que nos produce satisfacción y bienestar pero teniendo muy claro que, si aparecen molestias, algo no está bien y nada justifica pretender llegar a la meta enmascarando el dolor.
Un apunte semántico: dolor no es lo mismo que sufrimiento y tampoco es lo mismo un dolor articular que una molestia muscular. De no entenderlo así estaremos entrando en un círculo vicioso en el que nuestra única satisfacción vendrá al superar una meta autoimpuesta que, para alcanzarla, podemos estar llegando a niveles de molestia e incomodidad importantes. Si no incorporamos desde el primer momento el concepto de salud dentro de nuestra práctica deportiva estaremos cometiendo un error de base.
Hay un problema añadido y es que, en nuestra sociedad capitalista, estamos acostumbrados a que todo problema tiene una solución que puede comprarse. Cuando decidimos que vamos a retomar nuestra actividad deportiva y queremos empezar a correr lo primero que hacemos es comprar unas zapatillas y, ¿cuales elegimos?
En muchas ocasiones al llegar a la tienda se nos preguntará nuestro número y se nos mostrarán una serie de modelos y o bien se nos hablarán de sus capacidades a nivel científico o bien se nos obviará toda esa información. Sea como sea no sabremos descifrar ni aplicar toda esa información y acabaremos comprando unas zapatillas por la confianza depositada en una marca.
Toda la ingeniería embebida dentro de los modelos actuales de zapatillas queda en entredicho cuando cerca del 80% de corredores no profesionales sufren lesiones cada año. Toda esa tecnología no está solucionando ese problema, incluso los más aventurados pensamos que no solo no lo evitan sino que lo promueven.
Los hechos y la historia determinan que durante tres millones de años la raza (especie) humana y sus antecesores corrió primero por supervivencia, luego como parte del día a día y hoy como ocio o competición.
Las preguntas que deberíamos hacernos deberían ser: ¿Por qué apareció un elemento externo para cubrir un problema que no existía? ¿Por qué en tres millones de años no necesitamos zapatillas y ahora parece que no podamos hacer nada sin ellas? ¿Por qué toda esa tecnología incorporada en las zapatillas está siendo rechazada por nuestro cuerpo en forma de lesiones?
Mi opinión y la promovida por esta nueva tendencia es que las zapatillas tradicionales condicionan la sensibilidad y capacidad de adaptación de los pies. Nos hacen perder la tonificación de la musculatura interna del pie así como flexibilidad de las articulaciones. Esto viene provocado por dos elementos: el exceso de suela que nos priva del conocimiento del terreno que pisamos y la diferencia de alturas entre la parte delantera y trasera del pie que nos coloca en una posición equilibrio inestable constante.
Las zapatillas minimalistas permiten que el cuerpo recupere parte de su inteligencia muscular y postural simplemente eliminando todo lo artificial y accesorio de una zapatilla tradicional convirtiéndose, en definitiva, en un elemento exclusivamente protector para evitar que nos abrasemos los pies en contacto con el terreno. Hacer la transición entre calzados requiere un tiempo para que la musculatura y los tendones ganen tonificación entiendan poco a poco lo que deben hacer.
Correr descalzo es una opción completamente viable pero requiere una adaptación añadida de la piel de la planta del pie. Para aquellos que no quieran o no estén interesados en esta opción las zapatillas minimalistas ofrecen la tracción y protección de una zapatilla convencional sin la modificación biomecánica de la pisada y la postura debidas al exceso de suela y al drop (pendiente/inclinación) elevado.
Este fenómeno o cambio de tendencia va a más. Es necesario dejar constancia de que hay gente que está adaptada a sus zapatillas y que nunca sufrirá lesiones de ningún tipo. Estas personas no tienen por qué cambiar: su biomecánica es adecuada y son capaces de desenvolverse correctamente con las zapatillas de su elección.
Para todos aquellos curiosos que quieran probar algo diferente o estén insatisfechos o frustrados con lo propuesto hasta ahora por las grandes marcas les recomiendo que no dejen pasar la oportunidad de probar a correr descalzo o con zapatillas minimalistas y poder sentirse durante unos momentos al día como Tom Sawyer corriendo al lado del río Mississippi.
Arquitecto, corredor amateur y estudioso del barefoot y correr descalzo a partes iguales. Sin duda, David se ha convertido en uno de los principales referentes del barefoot en España gracias a su capacidad de investigación y análisis, la experimentación en sus propias carnes y sus grandes dotes comunicativas. Quieres estar a la última del minimalismo? sigue a David!
Muy buenos artículos, se nota que hay un profundo análisis previo. Me han gustado mucho.
Mi pregunta es, siendo que al final todas estas tendencias están promovidas por marcas comerciales (por ej, ahora mismo hay una serie de marcas que están haciendo un filón con las zapatillas minimalistas) y que las modas vienen y van, no te parece que puede ser una moda pasajera que pase?
Personalmente estoy convencido de sus beneficios físicos y mentales (la sensación de libertad es fabulosa), pero no vendrá dentro de un par de años otra marca contándonos que los extraterrestres en marte llevan unas botas con amortiguación en los dedos delanteros, y la gran mayoría de usuarios cambiaran (o cambiaremos) de nuevo por la tralla mediática y por la búsqueda del elixir mágico anti-lesiones…
En definitiva, en tu opinión, las zapatillas minimalistas (y correr descalzo) están de paso o están para quedarse?
Hola Manuel,
Has dado con la que es la pregunta del millón. Por desgracia nadie puede aventurar con total certeza qué pasará pero la tendencia del calzado visto en perspectiva me hace pensar que no es una moda y que irá más. Expongo los motivos de forma resumida:
– Las zapatillas hasta 1972 (Nike Cortez 72) no tenían amortiguación en el talón. Desde entonces todas lo tienen y antes ninguna lo tenía. Si buscas por foros verás que esto se entiende únicamente como un gran movimiento empresarial que nada tiene que ver con la salud deportiva. Simplemente abrir un nuevo mercado.
– La sociedad parece que vuelve de forma masiva a hacer deporte. Justo coincidiendo con al auge del éxodo rural nos encontramos con esa época en la que el ejercicio físico se cambió por una actividad más intelectual de despacho. Se juntan dos fenómenos: la aparición de zapatillas amortiguadas y el paulatino “apalancamiento” físico de forma generalizada. Ahora que volvemos a querer incorporar ejercicio a nuestro día a día y “menearnos” un poco nos lesionamos y nos lamentamos desconsoladamente sin encontrar solución a nuestras dolencias.
Ahora, un tiempo después, muchos de nosotros sufrimos cuando intentamos correr por falta de práctica o experiencia. Nos ponemos en los pies unos elementos diseñados teóricamente para hacernos más capaces en la práctica pero que por ser de diseño genérico no pueden satisfacer las peculiaridades de cada cuerpo y eso es, en definitiva, lo que genera las lesiones.
Yo veo esto como una pequeña montaña que empezó la subida en 1972 y que llegó a su cenit en 2007. A partir de ahí empezaremos a rebajar porcentualmente la cantidad de zapatillas amortiguadas por zapatillas minimalistas.
Parece un poco absurdo viendo la inteligencia de la naturaleza pensar que un ser humano de origen no cuenta con toda las herramientas para desenvolverse de forma óptima. Personalmente me gusta pensar que loa artificial suele ser accesorio y que es imposible que el 80% de nosotros salgamos tarados de fábrica. Algo está fallando.
¿Las zapatillas minimalistas son la respuesta? No sé si se trata de LA respuesta definitiva pero si una alternativa más que viable a día de hoy. Conozco varios casos, empezando por el mío, de personas que no podían correr sin sufrir dolor y molestias con zapatillas amortiguadas y a día de hoy somos capaces de correr 10Ks, MM, maratones y ultras. Seguramente no sea la panacea porque habrá a quien no le funciona y deberá buscar alternativas pero de momento y por mi experiencia propia puedo aseverar que es una moda que se transformará poco a poco en tendencia y que espero que acabe convirtiéndose en norma. A diez años vista me gustaría ver un panorama 40% minimalista, 60% amortigado pero sólo con el tiempo sabremos qué pasará.
El mejor consejo: fuera prejuicios y probar por uno mismo.
Un saludo Manuel.
Gracias por tu respuesta, David.
Está claro que lo mejor es probar por uno mismo, las sensaciones que llegan son la mayor addición a la forma de correr descalza o casi. Yo estoy convencido.
Pero me da la sensación de que esta modalidad no llegará tan alto como comentas, no creo que el 40% de los corredores las lleven en unos años ya que la rémora del marketing de las grandes marcas no lo permitirá. Bien es cierto que ya son muchas las marcas que sacan sus propios modelos minimalistas, pero en el minimalismo tienen mucho menos filón que vendiendo muchos colorines-goma-suspensiones, etc y si bien estoy convencido de que saben es perjudicial para la salud de sus clientes, al final prima el dinero.
El marketing ahora mismo mueve el mundo, ya no vale lo que realmente ES algo, si no lo que te dicen que es. Así que ojalá me equivoque, pero pienso que después de unos años de bonanza, el minimalismo-correr descalzo quedará en un nicho de corredores de los que espero no salir.
Saludos!
Totalmente de acuerdo Manuel. De hecho siempre comento que, por muy buenas que sean las zapatillas minimalistas de las marcas clásicas y por una actitud y sentimiento retributivo, siempre preferiré una de las que han estado en el arranque del movimiento “barefoot”. Cada vez que pagamos, votamos una forma de hacer las cosas y de entender el mundo en el que vivimos.
El 40%-60% es excesivamente optimista pero me gusta pensar que igual que ahora, quien más quien menos, sabe que es la prima de riesgo o está pendiente de lo que se mueve en política, de forma paulatina irá pasando lo mismo en temas de salud, alimentación y deporte. Puesto que lo único que prevalece en el tiempo es lo intrínsecamente bueno para la sociedad creo que habrá un espacio para este nuevo tipo de zapatillas y filosofía. Quizás no sólo optimista sino utópico pero por pedir que no sea.
Un saludo Manuel. Muchas gracias por arrancar el debate =)
Como bien dice Manuel, el marketing y los grandes mandan.Sino mirar la prohibición que han hecho en un colegio americano donde no dejan “por seguridad” usar zapatos de dedos o minimalistas. La casualidad es que en ese colegio a los equipos deportivos los equipa una conocida marca deportiva que ha basado su negocio en amortiguadas
Yo ya no cambio, uso VFF en cualquier situación.
P.D.: He buscado el enlace pero no lo encuentro.
Salu2
Kike
No he leído sobre el caso que comentas pero sí recuerdo una situación similar el año pasado en una reserva del ejército americano.
http://slatest.slate.com/posts/2011/06/30/five_toe_shoes_military_toe_shoes_banned_by_military.html
Aquí otro amante de las VFFs. Desde que he probado las Spyridon no las cambio por ningunas otras. Incluso me estoy pensando si volver a correr en otra cosa que no sea trail… Un gustazo.
Un saludo Kike.
Hola David, genial resumen. Enhorabuena.
Sólo quiero añadir que las modas y las marcas podrán variar cada año l color y aspecto de las zapatillas, saldrán nuevos modelos para usos más específicos, etc. Pero esto ha llegado para quedarse. Principalmente porque no es nada nuevo, si no como bien dices, era la norma hasta los años 70. Habrá gente que pruebe otro tipo de zapatillas que salgan en el futuro y que prometan múltiples beneficios pero el que haya reaprendido a correr descalzo o con una zapatilla minimalista verdadera, sintiendo el terreno, notando la fortaleza y lo único de su sistema muscular y esquelético, jamás volverá a ponerse en los pies algo que le prive de esas sensaciones, aunque dicho producto venga de marte.
Un saludo compañero!
Excelente. Completamente de acuerdo. No añado ni un punto ni una coma.
Bienvenido Santi. Descálzate y ponte cómodo 😉
[…] algún artículo en diferentes blogs minimalistas me ha llamado la atención una frase “en nuestra sociedad capitalista, estamos […]
Hola que tal? Soy atleta desde hace 1 año y siempre corri con las Nike Free 5.0, hace unos días me compre las Nike Free Hyperfeel (minimalistas) y por ahora no he tenido ningún problema. ¿No tendré problemas en el futuro? ¿Me conviene seguir corriendo con ellas? Saludos!
Hola, Santiago,
No se puede asegurar que no vayas a tener problemas en el futuro, pero desde luego es una muy buena señal que no hayas tenido ningún problema hasta ahora. Las zapatillas que mencionas no son las más minimalistas del mercado, todo hay que decirlo. Te recomendamos que leas estos posts anteriores en los que puedes ver las experiencias de otros corredores en tu situación (1, 2, 3, 4).
Los mejores consejos son ir poco a poco y siempre escuchando tu cuerpo. Si ves que en algún momento, tu cuerpo te dice algo, para, reajsuta y vuelve a empezar. Saludos barefoot!
Gracias por la respuesta, olvide de decir que la mayoria del tiempo corro en pista sintetica y las pasadas las hago a gran intensidad, me conviene seguir a mi ritmo o ir adaptandome poco a poco? Saludo.
Hola, Santiago!
Perdona la demora en la respuesta. Te puedo decir que si hasta ahora no has tenido problemas, es que vas por el buen camino. Pero ten en cuenta que un cambio de zapas o de tipo de entrenos, puede modificar tu ¨equilibrio¨.
Gran intensidad y zapatillas minimalistas, significa mucho trabajo de gemelos por lo que es muy posible que tengas ya muy fortalecida esa zona como para continuar haciendo lo mismo. Pero no te puedo dar un consejo definitivo, te diría que escuches a tu cuerpo y ante la duda, prudencia. Saludos!